CIUDAD IDÓNEA PARA LAVAR DINERO

19/09/2011 - 12:00 am

–¿Por qué no el Distrito Federal?

–Tenemos que entender que hay diversos escenarios de la violencia. Hablo de tres: crear fama, dejar la impronta, lo de los narcocorridos, ser leyenda. En ese escenario actúan delincuentes contra delincuentes. En el segundo, están delincuentes que matan a autoridades; si yo llego y sé que un policía está coludido con el bando rival, entonces voy a eliminarlo. Primero extorsionarlo, luego eliminarlo. En este escenario pueden estar también delincuentes contra autoridades, las cuales en efecto estén haciendo algo en contra de la delincuencia. El otro escenario es de delincuentes contra la sociedad. El ejemplo son los eventos que recientemente han ocurrido (Casino Royale y en el estadio Territorio Santos Modelo). El Distrito Federal es una zona que sí puede estar disputada. Pero como se dice en el argot, si llegan a quemar la plaza, habrá más presencia de autoridades. Si yo estoy viendo como organización delictiva que hay cierto nivel de fuerza, por supuesto que voy a adquirir armamento cada vez más sofisticado. A ningún grupo le conviene que se de un enfrentamiento en el Distrito Federal. A ningún grupo le conviene generar violencia, porque entonces, ¿dónde invierto mis ganancias? Por eso, quizá están alrededor. Aquí no. No quiere decir que no vaya a haber eventos violentos. Pero desde mi perspectiva a ningún grupo le conviene.

–¿Por qué se convirtió el Distrito Federal en este gran punto difícil en el mapa de los grupos delictivos?

–En el Distrito Federal no pueden hacer un operativo como pueden hacerlo en Monterrey porque aquí está la autoridad federal. Aquí hay mayor seguridad porque la urbanización es mucho más compleja. Aquí están todas las fuerzas armadas: el Ejército, la Policía Federal; todas las organizaciones. Aquí está concentrado el poder. Entonces, enfrentarte a ese poder como una organización delictiva te va a costar muchísimo trabajo. (Sería difícil) montar un operativo de esa naturaleza, con un impacto de trascendencia mayúscula como lo hemos visto en Monterrey, Guadalajara o Reynosa. Aquí es más seguro porque estamos protegidos por la fuerza del Estado. Eso nos ayuda.

 

–No ocurrió eso en Colombia o Italia cuando esos países alcanzaron índices críticos de violencia por delincuencia organizada. En México sí. ¿Por qué?

–Porque a pesar de que nuestra Constitución dice que México es un país  federalista, es un país centralista. Ahí está 1985 con el temblor. Muchas áreas trataron de salir del Distrito Federal, y no se logró. Todo sigue concentrado aquí. Desde el punto de vista administrativo seguimos siendo un país centralista. Administrativamente eso es lo que nos pasa. Por eso es muy complicado para las organizaciones delictivas.

 

–¿Ese centralismo ayudó en la circunstancia de desgracia nacional que hoy recorre a la República?

–Eso nos ha ayudado como ciudad porque si no, si los problemas federales estuvieran diseminados, el crecimiento del fenómeno sería muy distinto.

 

–Al oriente de la ciudad de México la incidencia de eventos violentos por razones delictivas creció en forma exponencial y por otro lado, en el centro capitalino se encuentra Tepito como un gran terreno de actividades ilícitas, pero intocado, ¿cómo se explican estos dos focos rojos?

–En las estadísticas (de delincuencia) del Inegi, siempre sobre 100 mil habitantes, el estado de México queda por debajo de la media nacional. Pero el problema es que la zona oriente es de las más pobladas del país… Y lo que encontramos es que es una de las zonas con mayor incidencia de delitos respecto al país. En Tepito tenemos que ver el narcomenudeo. (Es inexplicable) que Tepito, estando en el centro de la ciudad de México sea un punto de mercancía de cualquier tipo y naturaleza. No hemos podido abatir el fenómeno delictivo en una zona cercana al Zócalo. Esa es una contradicción. ¿Cómo llega la droga? ¿Cómo llegan las armas al Zócalo de la ciudad de México? ¿Cómo llegó el tráfico de armas al centro de la capital? Pero paradójicamente esta capital es más segura que Tamaulipas como estado.

 

–No se convirtió en un territorio violento, pero sí en la demarcación idónea para el lavado de dinero, ¿cómo se manifiesta este ilícito?

–Hay que ver la infraestructura, las casas de bolsa, las inmobiliarias. Dónde se han hecho los operativos, dónde viven los capos. (Hay que ver al)  Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Todo lo que se ha sabido los últimos meses: los pilotos, los sobrecargos, el personal que estaba dentro y que impunemente traficaba drogas. Esto nos habla de que hay mucha facilidad para pasar inadvertido. En provincia, en ciudades pequeñas, tú conoces a la mayor parte de la población. Incluso identificas a quienes no son del lugar. En el Distrito Federal pasas inadvertido. Se llamaría mimetización delictiva. Eso es lo que te permite pasar inadvertido.

 

–¿A través de qué negocio se ve más el lavado de dinero?

–Se puede empezar con casas de cambio, restaurantes, mueblerías, inmobiliarias. Frente al problema hay una competencia que todavía falta y en la que se ha insistido: México necesita una legislación más fuerte sobre lavado dinero. Lo dicen Naciones Unidas y todos los organismos internacionales encargados de lavado de dinero. En otros países como en Italia no existe el secreto bancario. Cuando se sospecha de movimientos ilícitos en las cuentas de las personas entonces sí se da a aviso a la autoridad y se empieza a perseguir. Esta legislación facilitaría mucho, pero hay quienes se oponen a erradicar el secreto bancario. En Guadalajara se notó por la migración de los narcos sinaloenses y la remodelación de la ciudad. En Monterrey, pasó con capital del Cártel del Golfo. A partir de la persecución se dio la violencia. Pero en el DF es más difícil que ocurra (la violencia desatada) por las características particulares de la ciudad.

 

–¿Qué perfil tiene el narcotraficante que sí opera y vive en el centro del país?

–La ecología delictiva explica las condiciones para la delincuencia. Si es organizada, se va a dedicar a estudiar las puertas de salida y el transporte, etc. Hay una planeación. La vestimenta tradicional de los 60 y 70 del cinto piteado, sombrero y las grandes alhajas cambió a personas bien vestidas y educadas. Pasar inadvertido es la gran característica.

 

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